Mis restaurantes favoritos últimamente
Barcelona tiene tantos rincones especiales y en cada rincón de esta preciosa ciudad se esconde un restaurante maravilloso que me falta por descubrir. Os tengo una lista de alguno de mis favoritos, aquellos que repito una y otra vez, los que llevo a mi chico, a mis amigos a mis padres y siempre salimos mucho más felices de cómo hemos entrado.
El restaurante Vereda Bar es sin duda uno de mis favoritos, localizado en el corazón de la antigua izquierda de la Eixample se ofrece un producto local y fresco tratado con mucho amor y cariño, así como una carta de vinos deliciosa de vinos naturales.
Su carta varia en función de la temporada en la que estamos pero, sin duda, tenéis que probar en otoño su canelón de espinacas con crema de calabaza o en verano sus ensaladas de tomate con tanta personalidad.
Además, de ser un lugar muy íntimo y acogedor, tienen un personal que cuida mucho la atención al comensal. Este restaurante está en mis top 5.
Otro de mis grandes favoritos siempre será el restaurante Viblioteca en la zona de Gràcia. Un restaurante que ofrece un ambiente cálido y acogedor con una amplia carta de quesos y vinos. Su barra es el sitio perfecto para una primera cita.
Últimamente me ha dado por encontrar sitios que tengan cuatro mesas, una barra, una pequeña carta de tapas y vinos a escoger, de esos lugares que ves a través del cristal, íntimos y relajados y te apetece siempre entrar.
El restaurante Tros bar de Vins es un sitio perfecto para encontrarte con amigos y comer algo mientras disfrutas de un buen vino, sus tapas y sus tablas de queso son perfectas para cualquier ocasión.
Su terracita es un lugar increíble dentro de la ajetreada Barcelona para escaparte y encontrar un poco de paz.
Hace tiempo que me enamoré de este restaurante, con alma y “caliu” como dicen ellos. El restaurante Soma es uno de esos sitios que sabes que siempre será un acierto, tapas elaboradas en la que hay una mezcla de lo catalán y lo italiano. Recomiendo mucho comer dentro tiene un estilo tan propio que es una pena comer en la terraza.
Barcelona tiene algo especial, siempre me sorprende. Siempre hay algún sitio nuevo al que ir, un restaurante nuevo que probar. Así de enamorada estoy y estaré siempre de esta ciudad.